sábado, 2 de diciembre de 2006

El proyecto

Hola a todos, si recuerdan, al principio del curso vimos al arte como comunicación, conocimos varias corrientes artísticas entre las cuales vimos entre tantas, al dadaísmo y al surrealismo, dos corrientes que van de la mano. Estas corrientes querían romper los principios académicos profesionales. Buscaban lo lúdico, la arbitrariedad, la diversión, la predilección por lo onírico. Artistas como André Breton, Tristan Tzara y Knutsen respaldaban el movimiento y en el viejo París experimentaban activamente con estados no habituales de la conciencia, practicaban activamente los juegos a los que eran más aficionados sus seguidores como el diálogo surrealista, la pared descascarada y el cadáver exquisito.

Mi proyecto final consiste en elaborar un texto utilizando como técnica al famoso juego surrealista “el cadáver exquisito”. Cuando se invento el juego, “los participantes (seis o siete) se sentaban alrededor de una mesa. El primero tomaba un papel y escribía una frase, luego lo plegaba, dejando ver la última palabra. El segundo participante escribía otra frase a partir de la palabra que el jugador anterior había dejado descubierta, y así sucesivamente hasta que terminara la ronda. Si se deseaba se podía repetir la operación cuantas veces se quisiera. Terminadas las vueltas, se desdoblaba el papel y se leía lo escrito. La primera vez que los surrealistas jugaron este juego obtuvieron la siguiente frase: ‘El cadáver – exquisito – beberá – el vino nuevo’. De ahí el origen del nombre del juego" (Yaki Setton, La revuelta surrealista, Buenos Aires, Libros del Quirquincho, 1990).

Para elaborar mi texto los pasos que seguí fueron los siguientes:
1. Alisté una hoja de papel y un esfero.
2. Doblé la hoja como si estuviera haciendo un abanico.
3. Le fui pidiendo a varias personas que escribieran en las diferentes caras del abanico. Ninguno de ellos podía ver lo que los anteriores habían escrito. En esta ocasión, habían trece caras en el abanico, once personas escribieron, dos de ellas escribieron dos veces.
4. Al final desdoblé el abanico y leí en voz alta el texto que se compone de lo que dice en las trece caras del abanico.



En este blog encontrarán las fotos de todo el proceso y el texto que resultó. Revisen las siguientes entradas.

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